En muchas ocasiones, cuando se presenta algún problema de ruido en las construcciones y pensamos en una solución para evitarlo, nos pueden surgir dudas: ¿A qué sistema y materiales recurro? ¿Es lo mismo aislar y acondicionar? ¿Cuál de los dos procedimientos me conviene más? En Placomat te contamos más sobre aislamiento acústico y acondicionamiento acústico, dos términos similares pero con algunas diferencias.

El ruido y sus problemas

Como ya hemos tratado en algún post anterior, el ruido es uno de los problemas más incómodos a los que nos enfrentamos en la actualidad, tanto fuera como dentro de los edificios. En espacios cerrados, la exposición a sonidos molestos de forma continuada puede llegar a provocar problemas como disminución de la productividad y la concentración, dificultades en la comprensión y la legibilidad, estrés… Para prevenir y evitar todo esto, es fundamental proteger acústicamente los interiores. Y según el resultado que queramos conseguir o donde esté la fuente del ruido, podemos optar por el aislamiento o el acondicionamiento acústico.

Diferencias entre el aislamiento acústico y el acondicionamiento acústico

Para entender mejor la diferencia entre estos dos conceptos, pongamos un ejemplo: situémonos dentro de una habitación o espacio de interior. Si nos llegan sonidos del exterior o no queremos que el sonido generado dentro de este espacio no llegue a espacios adyacentes, lo que necesitamos es contener las ondas sonoras, es decir, aislar acústicamente la estancia. Si, por el contrario, el sonido que se genera dentro de la propia habitación es demasiado, queremos controlar cómo se comporta para evitar reverberaciones o queremos que se perciba con mayor claridad, entonces necesitaremos acondicionar acústicamente.

El aislamiento acústico es el conjunto técnicas y sistemas orientados a reducir o impedir la transmisión del sonido aéreo o de impacto de un lugar a otro, es decir, que entren o salgan de un espacio. Para lograrlo se utilizan tanto materiales aislantes (que reflejan las ondas sonoras) como materiales absorbentes (que las mitigan). Las lanas minerales, el aglomerado de corcho, el aglomerado de poliuretano… son algunas opciones válidas para aislar acústicamente.

El acondicionamiento acústico, por otra parte, se enfoca en tomar medidas para que un espacio alcance unas condiciones acústicas óptimas teniendo en cuenta el uso que se le va a dar. Por ejemplo, lugares amplios como auditorios, salas de conciertos, aulas, restaurantes, pabellones… suelen ser susceptibles de estas actuaciones, para las que se utilizan materiales y elementos absorbentes que capturan las ondas sonoras y evitan que se reflejen en exceso provocando reverberaciones. Islas acústicas, bafles, cuadros fonoabsorbentes, techos acústicos… son algunas de las opciones más utilizadas para acondicionar acústicamente.

Como ves, aunque el aislamiento y el acondicionamiento no son lo mismo, sí pueden utilizarse de forma complementaria si el lugar lo requiere. En Placomat trabajamos con marcas especialistas en acústica, como AMF, Heradesign o Rockfon, así que si necesitas equipar tu almacén con materiales o elementos acústicos, no dudes en consultarnos.